Epistaxis, es decir, sangrado de la nariz no es una enfermedad sino un síntoma de enfermedades locales o sistémicas.
Causas sistémicas (60-70%): hipertensión arterial, fármacos antiplaquetarios o anticoagulantes, trastornos de la coagulación, piastrinopatie, piastrinopenie, insuficiencia hepática, insuficiencia renal, Escorbuto.
Causas locales (30-40%): microtraumatismos de arañazos y objetos extraños (especialmente en los niños), venas varicosas pequeñas, trauma nasal, pañuelos faciales, craneofacial, rinitis, Rinitis granulomatosa, fenómenos vasomotores (excesiva exposición al sol), polvo irritante, tumores benignos (hemorragia septal de pólipos, fibroangioma juvenil), úlcera trófica del tabique nasal (cocaína, cromo, cemento), tumores malignos (por lo general causan flujo amarronado, veteado con sangre), post quirúrgico, Telangiectasia (Rendu-Osler).
La epistaxis anterior son las malformaciones venosas suelen, el trasero más fácilmente y, en general más severa arterial.
En el caso de la epistaxis leve se recomienda mantener la cabeza hacia adelante para permitir que la sangre salga todo externo ’, comprimir las fosas nasales, haciendo unos’ de la presión (pero sin exagerar) y poner en la frente de los paquetes de hielo más.
Si las hemorragias nasales son muy frecuentes o graves tendrá que consultar con el especialista. L ’ otorrinolaringólogo investigará las posibles causas y puede bloquear el sangrado ambulatorio técnicas hemostáticas (Cauterización química, galvanocaustica, hemostasia con pinzas bipolares) o relleno frontal (con una simple gasa, Merocel, factor de apilamiento con Kara, esponjas de fibrina absorbible) o trasera fender bender.
En casos excepcionales puede ser necesario recurrir a cirugía o radiología intervencionista (embolización) o abordajes quirúrgicos endoscópicos (Cauterización con bipolar de esfenopalatino) o externo (ligadura maxilar interna etmoidal o frontal y posterior).
